sábado, 30 de enero de 2010

Confesiones


Que grande y tranquila puede ser la soledad mas cuánto dolorosa puede serlo también.


¿Alguna vez has tenido que confersar algo? Yo pienso que si, que es parte de la generalidad humana, pero ¿cómo se hace? ¿cómo se enfrenta el sentimiento? ¿cómo se dice todo lo que tiene que ser dicho? no lo sé, pero pienso deducirlo, al menos en algún momento de todo este circunloquio.

A lo largo de mi vida y como he adquirido experiencia he descubierto cosas que me benefician y no a la vez, esto hace creer a las personas saber bien quién soy, pero lo paradojico aquí es que en realidad no lo saben y la razón es simple: He ocultado muchas cosas...
En ese agujero negro todos hemos estado, habitado un par de veces y algunos más tiempo que otros, ahí no resguardamos de tormentas que al final del día son efímeras al igual que nuestra vida, tal vez por eso me levanto cada vez que en mis pensamientos vienen imagenes suicidad, me sirve ver que tras de mi en el auto bus esta una pareja de amantes que son infelices porque nunca se atrevieron a amarse y luchar mientras que enfrente de mi está sentada la mujer, bastante joven, que es ciega y lo será tal vez los próximos 60 años de su vida y algo que realmente es irónico es que ella si lucha todos los días, lucha por no ser subyugada por nada ni por nadie y es admirable ver como lo que ha hace ver debil es su mayor virtud y fortaleza; solo por eso me levanto cada día y soporto las ganas de llorar, sonrio al que me saludo y si sigo con mi andar, hay peores días pero hoy no me pienso matar.

viernes, 8 de enero de 2010

La novedad

Con novedades este año comienza y usted mi estimado señor las encabeza,
el iniciar algo con usted me emociona pero a la vez me intriga,
ancio el rocio de sus besos, el pensar en usted, en su caricia me hace estremecer
y eso conlleva a no poderme negar ante sus peticiones de inmenso placer. Realmente lo deseo.
Ofresco lo poco y lo mucho que tengo, me rindo; su compañia en tiempos de tempestad me es grata, el ser su amiga del corazón me conforta para poder aliviar su alma en todo lo que le abruma.
No dejó de soñar.
Me preocupa la usencia, no se cuándo estará, se irá o volverá, no se si quererlo sea propio de la situación, revivo viejas añoranzas que se fragmentaron en ilusiones lejanas que al pareces puede que me ofresca fuera y debajo de la ropa; conmigo no tiene que disfrazarse, solo abrazarme para que al fin lo pueda besar.

Venga pronto al rescate y colapsemos nuestros cuerpos en la union de algo que seguramente beneficiara a ambos.

Atentamente: Lo quiere y desea, su Amiga.